Por: Marilyn Ventura
Cuando se tiene una trayectoria de años y una carrera exitosa dentro del mundo de la música se tiene la convicción de que ese artista ha acumulado una gran fortuna.
No solo en dinero en metálico sino también en cuantiosas inversiones, que van desde inmuebles, vehículos de lujo y prendas, las cuales, por lo regular, forman parte de la riqueza de algunos intérpretes que han vivido prácticamente de la música.
Como sabemos en el país, cuando se cuenta con el respaldo del público, el mundo del entretenimiento es bastante lucrativo y una industria poderosa económicamente hablando, donde se maneja muchos millones de pesos.
Sin embargo el estilo de vida, la forma como se administra y se planifica ese artista es determinante para medir los niveles económicos en que se encuentra a lo largo de los años.
Muchos han fracasado en el intento y después de ganar importantes fortunas por su talento, han derrochado sin medida y practicado sin decoro el dispendio, lo que los ha llevado a quedar como se dice en buen dominicano: “con una mano delante y otra detrás”.
La declaración del merenguero Toño Rosario, quien se ha declarado en quiebra en estos días, ha dejado con la boca abierta a muchos, sin embargo para otros no ha sido ninguna sorpresa, debido a que aseguran el artista ha hecho malas inversiones con su dinero.
Lo importante de todo esto es que tanto los artistas emergentes como los de larga trayectoria entiendan que la carrera artística tiene una vida útil, y que no siempre podrán subirse a un escenario a cantar y ganar dinero, por lo que se debe pensar en la importancia del ahorro y el cese del derroche.