La sociedad dominicana está construida a base de un crisol de razas y culturas, que van desde gente de piel muy oscura hasta personas de tez sumamente blanca.
Es por esto que dentro del Caribe somos una raza fuerte y definida, con mezclas de mestizos y mulatos por demás, lo que nos convierte en verdaderos representantes de la identidad caribeña.
Aquí, en algunos segmentos, el color de piel representa una situación, sin embargo en otros la pigmentación no significa nada, simplemente una diferencia marcada por la gran diversidad de razas y la diáspora que ha sembrado raíces en la República Dominicana.
Muchos se preguntan si en los medios de difusión y dentro del mundo del entretenimiento se da esta condicionante, donde impera el racismo y se toma en cuenta la presencia física de las figuras, donde por supuesto resalta el color de piel, tipo de cabello y tonalidad de los ojos.
Si hacemos un análisis de las personalidades protagonistas de los medios del país, nos damos cuenta como el arreglo personal se ha vuelto una constante prácticamente imprescindible para estar en la pantalla chica.
El argot popular reza claramente que la televisión es para gente bonita, por lo que muchos entienden los menos afortunados en cuanto a belleza no deben estar.
Aunque quizás lo que exista sea un racismo disfrazado dentro de los medios y el entretenimiento, entendemos que el exclusivismo impera en algunos estamentos, donde lo bonito, lo de piel clara y lo visualmente atractivo tiene su preferencia.
Cada día el tema se debate más ante la opinión pública y las audiencias externas, sin embargo no vemos que nadie hace nada porque lo talentoso, a pesar de no ser tan bello, se imponga sobre lo que tiene poco talento pero posee mucha hermosura.
Por: Marilyn Ventura