Imagínese esta situación: mediodía, hora de almorzar. Usted se encuentra en su lugar de trabajo o en su hogar y su cuerpo sabe que es momento de comer. Vuelve a ver su agenda y los pendientes le inundan.
Decide almorzar rápidamente y en unos pocos minutos vuelve a sus labores. ¿Le parece conocido? Esa práctica de comer rápido que usted creería le hará ganar tiempo, podría perjudicarle en muchos campos.
La nutricionista Mayra García, comenta: “comer de manera apresurada constituye un riesgo para la salud, deteriora el funcionamiento del aparato digestivo y la asimilación de los alimentos por parte del organismo. Además, provocará una digestión pesada que resultará en un estado de adormecimiento”.
De igual manera, el estudio “La alimentación consciente puede ayudarle a perder peso” de la Universidad de Harvard indicó que al comer de manera acelerada, el cuerpo pierde la capacidad de avisar el momento de saciedad, por lo que esta señal llegará después de haber comido más de lo requerido.Click aqui