En la vida muchas veces nos apresuramos a tomar decisiones que luego nos vemos en la necesidad de retirarnos antes de lo planeado.
Esto se debe, en ocasiones, al hecho de no pensar las cosas bien antes de tomar cualquier decisión, que luego quizás pueda ser perjudicial para nuestras carreras.
En el plano de la comunicación, especialmente en la televisión, se da mucho este fenómeno, donde productores o propietarios de espacios televisivos reciben talentos que al cabo de poco tiempo desaparecen como arte de magia.
Quizás no fue la mejor decisión o lo más acertado el hecho de contratar esta persona en su momento, lo que los televidentes notan de inmediato el descontrol o que algo no anda muy bien.
Recordemos a la joven comunicadora Julieta Arias, quien entró al espacio De Extremo a Extremo y en buen dominicano se puede decir que “no dio pie con bola”, por lo que la producción se vio obligada a cambiarla de espacio.
También recientemente vimos el caso de la joven reina de belleza María del Mar Bonelly, quien apareció como conductora de Divertido con Jochy y luego fue cancelada del espacio.
Hoy acontece lo mismo con Lisbeth Santos, quien este 30 de mayo se despide de “Vale por tres”, por razones que ni ella ni la producción del programa han sabido explicar claramente.
Lo cierto es que a nuestro entender creemos se debe pensar antes de actuar, poner en una balanza lo que más conviene, no apresurarnos a tomar decisiones que luego podrían perjudicarnos o que el televidente nos tilde como inestables o poco sostenibles.
Por: Marilyn Ventura