En los últimos tiempos hemos notado una industria del entretenimiento un tanto forzada cuando se trata de realizar conciertos o presentaciones en vivo.
No es un secreto para nadie que se siente una recesión con la llegada de artistas y agrupaciones a la ciudad de Santiago y centros nocturnos del Cibao.
Lo primero es que fuera del ambiente navideño las atracciones artísticas se tornan pesadas y el público poco receptivo para asistir a fiestas y encuentros bailables.
Otro fenómeno que se está dando en la calidad de las agrupaciones que llegan por estos lados, mermando en todo momento la aparición de merengueros y orquestas de gran renombre, figuras que por lo regular es lo que la gente quiere ver y disfrutar.
Por supuesto que los altos costos de estas presentaciones, la crisis económica y el hecho de que muchos prefieren otro tipo de diversión en vez de realizar un gran gasto asistiendo a una fiesta, son factores que también inciden en esta industria forzada.
Lo que se está viviendo en la ciudad de Santiago, y que estamos viendo desde hace varios meses, es el hecho de traer tímidamente orquestas merengueras y unirlas alguna oferta típica atractiva para los amantes de la vida nocturna.
El llamado dos por uno que tanto gusta a la gente, es un recurso que han tenido que implementar las discotecas y lugares de diversión del Cibao, como una forma de atraer clientes y nuevos visitantes.
Se percibe que estamos viviendo la época de una industria forzada, donde llega lo que se pueda contratar en su momento, lo que no genere pérdidas innecesarias y sobre todo para fechas estratégicas, donde por lo regular la gente se ve en la necesidad de salir a celebrar por un motivo específico.
Por: Marilyn Ventura