Por: Marilyn Ventura
Con una reflexión que le dejaron dos de sus grandes maestros, Celia Cruz y José José, de que un artista jamás debe perder la sencillez y la humildad, la cantante mexicana Yuri conectó de manera perfecta con el público de Santiago de los Caballeros.
“Me dijeron que algún día, llegues donde llegues, nunca pierdas tu sencillez, la sencillez te hace más grande y es lo que he hecho al pie de la letra, yo creo que mientras más grande eres, tienes que ser más humilde y más sencillo y eso te abre más puertas y te quedas siempre en el corazón de los otros”, dijo Yuri.
Con diez cambios de vestuarios, algunos de la diseñadora dominicana Giannina Azar, la rubia mexicana presentó con gran éxito su espectáculo “Euforia” en el Gran teatro del Cibao.
Su inigualable voz, sensualidad, histrionismo y energía en el escenario cautivaron al auditorio de la sala Restauración, quienes abarrotaron el aforo y corearon todas sus canciones.
Ocho bailarines con máscaras que simulaban llamas en medio de la oscuridad marcaron el inicio del show, para luego recibir vestida de azul a Yuri interpretando su conocido tema «Qué Te Pasa»,
“Tenía mucha ilusión de estar de nuevo en Santiago, ciudad a la que vine por primera vez cuando tenía como 17 años, con Los Chamos y Los Chicos”, confesó Yuridia Valenzuela, nombre de pila de la artista.
Bromas, anécdotas, recuerdos y mucha energía destiló Yuri sobre el imponente escenario preparado especialmente para ella, totalmente digital, donde no faltaron las luces, bastante intensas por cierto, un extraordinario sonido y la magia de las pantallas que proyectaban imágenes de la mexicana.
46 años sobre el escenario y 59 años de edad no fueron impedimento para que Yuri bailara, saltara y mostrara la misma energía de años atrás exhibía en sus vídeos de estilo pop y baladas románticas
La entrega musical continúo con temas como “Todo mi corazón”, “Amor mío, déjala”, “Que te pasa”, “Amiga Mía”, “Ya no vives en mí”, “Mueve tu cuerpo”, “Es ella más que yo”, “Lástima”, “Detrás de Mi Ventana” y otras de las más esperadas como “La maldita primavera”,
Tras interpretar “Yo te pido amor”, rememoró canciones de la década de los 80, como “Dame un beso”, para luego rendir tributo a México, su país natal, al cantar un bolero y mariachi mexicanos, tales como “Costumbre”, “Volver, volver”, “Quien iba pensar” a dúo con Lucero a través de la magia de la pantalla.
Al final pidió un aplauso para sus músicos, bailarines y para el productor César Suárez, e invitó al público a bailar a ritmo de “Hombres al borde de un ataque de celos”, “El apagón” y “Conga”.