El padre de Michel Camilo quería que él fuera médico. “Yo estudié en la UASD (Universidad Autónoma de Santo Domingo), yo estudié tres años y medio de medicina”, reveló ayer durante una entrevista en el programa radial “Música a las doce” en Estación 97.7 FM, con Octavio Beras-Goico.
Sin embargo, el maestro Manuel Simó lo convenció de seguir en la música y lo nombró en la Orquesta Sinfónica Nacional como percusionista cuando tenía solo 16 años.
“Era el director de la Orquesta Sinfónica Nacional y mi maestro de composición en ese momento y yo fui a consultarlo”, contó Camilo, quien se consolidó como uno de los grandes músicos dominicanos de todos los tiempos.
Michel Camilo considera que sus conocimientos parecen adquiridos de otra vida, ya que cuando empezó a tocar el piano ya identificaba las notas musicales.
Él creció en una familia de músicos, veía a sus tíos y tías tocando piano. Fue específicamente de su tío Priamo de quien aprendió su primer instrumento, el acordeón, que lo introdujo al arte, aunque siempre lo atrajo más el piano.
“En mi casa no había piano, entonces a los cuatro años agarré el acordeón y empecé ya con el oído abierto a sacar melodías y las dos primeras melodías que saqué fue la de ‘Cumpleaños feliz’ y ‘Noche de paz’”, manifestó Camilo.
Antes de cumplir los cinco años tenía melodías propias y un oído muy desarrollado, afirmó. Finalmente, logró tener su primer piano a los 10 años luego de expresarle a sus padres su deseo por estudiar ese instrumento en el Conservatorio Nacional de Música y acordar que obtendría buenas calificaciones durante su primer año.
“Ese año yo hice un teclado, lo dibujé en la cartulina, y como tenía buen oído yo escuchaba la nota en mi mente según practicaba mis lecciones en la cartulina”, destacó.
Para ese entonces tenía más de 30 piezas, siendo el compositor más joven de América y estaba firmado por la firma de derecho de autor. Click AquiClick Aqui