La personalidad de Haime Thomas, como su profesiona-lidad, son impactantes. Este amigo logró con tesón convertirse, a fuerza de disciplina y convicción personal en una de las figuras cimeras de la comunicación en el país.
Y es que Haime comunica con todo lo que hace, en cada uno de sus pasos, porque como dijo el maestro Yaqui Núñez del Risco: “Todo Habla”. Haime es un ejemplo de esto, al punto de que llega a convertir o a revertir lo que no le favorece a él o a uno de sus clientes. Es un especia-lista, restituyendo campañas. Si vale decir que Haime Thomás es una “vaina” en sentido positivo. Vale.
Así que si se dedicara a eso, en particular, o como fuerte, habría que sacarle su “comida aparte”; así es su instinto, su agudo olfato, su maestría en información.
El tipo es buen locutor, genial maestro de ceremonias, buen amigo y compañero.
Y es que Haime comunica con todo lo que hace, en cada uno de sus pasos, porque como dijo el maestro Yaqui Núñez del Risco: “Todo Habla”. Haime es un ejemplo de esto, al punto de que llega a convertir o a revertir lo que no le favorece a él o a uno de sus clientes. Es un especia-lista, restituyendo campañas. Si vale decir que Haime Thomás es una “vaina” en sentido positivo. Vale.
Así que si se dedicara a eso, en particular, o como fuerte, habría que sacarle su “comida aparte”; así es su instinto, su agudo olfato, su maestría en información.
El tipo es buen locutor, genial maestro de ceremonias, buen amigo y compañero.
Las mujeres le reconocen el mote de “mujerólogo”, como lo atestigua él mismo en sus producciones televisivas matutinas.
Logrando así, entre bromas y verdad, practicar su acervo cultu-ral, y estilo suyo para los temas que le causan cierta hilaridad, pero que en el fondo cuentan con su seriedad.
Conozco a Haime Thomás, ufff, ¡Cuanto años! Lo recuerdo un jovencito con todas las ganas de echar hacia adelante. Trabajó en varias radioemisoras, las más populares de la época, y se hizo dueño de una gran y envidiable radio audiencia. Chocaba su sobrenombre artístico “El locutor de la personalidad”, pero al pasar del tiempo lo pegó y ya resultaba simpático.
Con el tiempo, ya hecho un hombre y demostrado su capacidad intelectual y profesional en las lides radiales, se colgó el nombre de Don Haime Thomas. Y le va muy bien, en los últimos 20 años (él no es una persona vieja) ha logrado una envidiable posición social por su capacidad y meridiana luz en sus respetados análisis y comentarios.
YO CLAUDIO me quito el sombrero. ¡Salud! Y sigue creciendo, creciendo, creciendo como las pastas aquellas.
Conozco a Haime Thomás, ufff, ¡Cuanto años! Lo recuerdo un jovencito con todas las ganas de echar hacia adelante. Trabajó en varias radioemisoras, las más populares de la época, y se hizo dueño de una gran y envidiable radio audiencia. Chocaba su sobrenombre artístico “El locutor de la personalidad”, pero al pasar del tiempo lo pegó y ya resultaba simpático.
Con el tiempo, ya hecho un hombre y demostrado su capacidad intelectual y profesional en las lides radiales, se colgó el nombre de Don Haime Thomas. Y le va muy bien, en los últimos 20 años (él no es una persona vieja) ha logrado una envidiable posición social por su capacidad y meridiana luz en sus respetados análisis y comentarios.
YO CLAUDIO me quito el sombrero. ¡Salud! Y sigue creciendo, creciendo, creciendo como las pastas aquellas.
Vozdiaria.com.do
Santiago