De la Rosa y Carpio dice país requiere de más cárceles

El arzobispo de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio estimó ayer que al igual que la vivienda el país requiere de más cárceles a fin reducir la sobrepoblación existente y procurar la regeneración de los presos.
 
El religioso manifestó que como parte del trabajo pastoral, la Iglesia dice que las cárceles son centros de rehabilitación, de lo cual son testigo del caso de la Cárcel de Rafey de Santiago, donde saben de gente que se está rehabilitando.
 
“Se sabe que ninguna obra es perfecta ni será el ciento por ciento, entonces cuando hay esos planes de rehabilitación ayuda y las cárceles siempre son necesarias, yo se que el procurador general está procurando que hayan más cárceles”, expresó.
 
De la Rosa y Carpio dijo que resulta curioso porque hay mucha gente que creen que los presos no se merecen una cárcel, pero sin embargo aunque parezca mentira cuando se mejoran las viviendas se mejoran las cáceles.

 
En este sentido aseguró social y económicamente es un plan que va paralelo, por lo que es necesario tener más viviendas y más habitaciones en las cárceles.
 
Sin embargo el representante de la Iglesia en Santiago dijo que la mayoría de los presos son hombres, por un gran número de mujeres están en las universidades, escuelas y en los hogares, sobre lo cual tienen que reflexionar y aprender.
 
De la Rosa y Carpio fue reiterativo en señalar que para buscar una solución al problema carcelario del país es necesario tomar en cuenta varios factores, para de esa forma lograr los objetivos propuestos.
 
El arzobispo fue entrevistado el oficial una misa de acción de gracias por la culminación del internado de los médicos de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), en el hospital presidente Estrella Ureña, del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), en esta ciudad de Santiago.
 
En otro orden dijo que la República Dominicana, como ocurre en el mundo entero los sentidos de permisividad que hay hacen que la violencia crezca, por lo que hay que tomar las medidas preventivas e insistir en la familia.
 
Manifestó que la bebida es parte de la fiesta pero es parte también de los excesos, conducta que descontrolan a las personas, por lo que las autoridades tienen que actuar con disciplina sin represión.
 
Entiende que los vendedores de bebidas alcohólicas aunque no son llevados a la justicia tienen parte de la culpabilidad de estos hechos violentos.


Por:Félix Parra