Por:Marilyn Ventura
Me parecen absurdas las desavenencias que están protagonizando a través de los medios las exponentes del género urbano Milka y Melymel.
Parece un juego de niñas malcriadas que buscan que sus padres les presten la debida atención. O quizás se trate de otro show mediático de los que nos tienen acostumbrados los artistas.
Da pena que estas jóvenes, ambas son sobrado talento, se dediquen a estar insultándose a través de las redes sociales y lanzándose improperios, malas palabras y hasta amenazas.
Lo que da más vergüenza es que sean damas y mujeres artistas conocidas en la plataforma musical de este país, quienes no se han percatado del uso de términos inadecuados para referirse una a la otra y soltar cuando pensamiento obsceno y avieso les pasa por la cabeza; esto las ha llevado a caer en el vicio de la “coprolalia”.
Tanto Milka como Melymel deberían hacer una pausa en estos dimes y diretes que en verdad no les llevan a nada, todo lo contrario les afecta en la imagen que quieren proyectar ante el público y en especial en la gran legión de admiradores de niños y adolescentes que tienen.
¿Qué ejemplo están dando “la más dura” y “la mermelada”? Todo parece indicar que poco les importan sus seguidores y familiares, pero también les tiene sin cuidado lo que se comenta en los medios y las miles de especulaciones que están tergiversando ante la opinión pública.
Lo que deberían hacer es concentrarse en sus carreras artísticas y tratar de sonar en los medios por su calidad interpretativa y por sus nuevos proyectos dentro de la música.