¡Actívate!


Ejercitándome me hice consciente de ciertas dinámicas que al igual que en nuestro cuerpo aplican a la vida.

Si bien es cierto que la disciplina es importante, una buena rutina no basta para conseguir cambios relevantes. Toda rutina es en sí misma una forma de parálisis en medio del movimiento. 

La perseverancia crea constancia, la constancia, resistencia, pero no cambio, para lograr lo óptimo, debes hacer algo “nuevo” que enriquezca tu disciplina. En materia de fe, es seguir creyendo, no solo para contrarrestar al mal, sino para seguir creciendo y traer el cambio que tu mundo requiere. 

La fe te pondrá en forma, ¡actívate! Aunque todo cambio duele, el dolor con Dios transforma. No te conformes con parar un día malo, la parálisis deforma, pero la fe con propósito, ¡reforma! l