Tal afirmación se basa en evidencias científicas y viene avalada por la prestigiosa Universidad de Oxford.
Según un grupo de científicos de dicha institución liderado por el profesor Konstantinos Manolopoulos, existe una relación directa entre el tamaño del trasero, la salud y la inteligencia.
En el estudio, del que ha hecho eco la BBC, se analizaron los datos de más de 16.000 mujeres y se constató que la proporción ideal entre cadera y cintura es de 0,6 y 0,7.
Además, los científicos concluyen que las mujeres con nalgas grandes y cinturas pequeñas son más inteligentes que las demás. Tener un trasero voluminoso ayuda a disfrutar de una buena salud, ya que, entre otras cosas previene el desarrollo de la diabetes y ayuda a mantener bajos los niveles de colesterol.
Los ácidos grasos Omega 3 se acumulan en las nalgas y estos ácidos intervienen en el desarrollo y el buen funcionamiento del cerebro.
Aunque suene a broma, todo tiene su explicación: los ácidos grasos Omega 3 se acumulan en las nalgas y estos ácidos intervienen en el desarrollo y el buen funcionamiento del cerebro.
En el estudio también hay lugar para conclusiones más asombrosas, como, por ejemplo, que los hijos nacidos de madres con caderas más anchas son intelectualmente superiores a los hijos de madres de caderas estrechas.
Visto el resultado del estudio, ya hay quien justifica la preferencia masculina por los traseros voluminosos diciendo que obedece a un instinto primario para asegurarse la evolución de la especie, y no tanto a un deseo puramente libidinoso.